sexta-feira, 24 de outubro de 2014

Delmira Agustini- Montevideo el 24 de octubre de 1887

Delmira Agustini
Biografía
Delmira Agustini nació en la ciudad de Montevideo el 24 de octubre de 1887 fue descendiente de inmigrantes italianos su madre, María Murtfeldt, su padre, Santiago Agustini y su hermano, Antonio Luciano Agustini.
Muy temprano escribe sus primeros poemas y desde 1902 colabora en publicaciones periódicas nacionales y extranjeras. En 1907 edita su primer poemario, El libro blanco, al que siguen Cantos de la mañana (1910) y Los cálices vacíos (1913). de familia acomodada a los cinco años ya sabia leer y escribir correctamente a los diez componía versos estudios de francés música pintura con maestros privados A los veintidós años conoció a Enrique Job Reyes. En contra de los deseos de su madre se hicieron novios. Relación que duro unos cinco años terminando en matrimonio el día 14 de Agosto de 1913, pero cinco semanas más tarde abandona su marido y le entabla la demanda de divorcio por agravios graves. Sostiene una correspondencia amorosa, con el escritor argentino Manuel Ugarte, a quien había conocido dos años antes y recibió amenazas de su marido por eso.
Su ex-marido la cita para una entrevista el 6 de julio de 1914 y le da muerte a Delmira, de dos balazos en la cabeza, y de inmediato se suicida de un tiro.
POEMAS
EL INTRUSO

Amor, la noche estaba trágica y sollozante
Cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
Luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
Tu forma fue una mancha de luz y de blancura.

Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
Bebieron en mi copa tus labios de frescura,
Y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
Me encantó tu descaro y adoré tu locura.

Y hoy río si tú ríes y canto si tú cantas;
Y si tú duermes duermo como un perro a tus plantas!
Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera.

Y tiemblo si tu mano toca la cerradura,
Y bendigo la noche sollozante y oscura
Que floreció en mi vida tu boca tempranera!


LA ESTATUA 

Miradla, así sobre el follaje oscuro        
Recortar la silueta soberana...
¿No parece el retoño prematuro
De una gran raza que será mañana?

Así una raza inconmovible, sana,
Tallada a golpes sobre mármol duro,
De las vastas campañas del futuro
Desalojara a la familia humana!

Miradla así - de hinojos ! - en augusta
Calma imponer la desnudez que asusta!...
Dios!... Moved ese cuerpo, dadle una alma!
Ved la grandeza que en su forma duerme...
¡Vedlo allá arriba, miserable, inerme,
Mas pobre que un gusano, siempre en calma!


INEXTINGUIBLES...

O tú que duermes tan hondo que no despiertas!
Milagrosas de vivas, milagrosas de muertas,
Y por muertas y vivas eternamente abiertas,

Alguna noche en duelo yo encuentro tus pupilas

Bajo un trapo de sombra ó una blonda de luna.
Bebo en ellas la Calma como en una laguna.
Por hondas, por calladas, por buenas, por tranquilas

Un lecho ó una tumba parece cada uma


LO INEFABLE

Yo muero extrañamente... No me mata la Vida,
No me mata la Muerte, no me mata el Amor;
Muero de un pensamiento mudo como una herida...
¿No habéis sentido nunca el extraño dolor

De un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
Devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida
Que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?...

Cumbre de los Martirios!... Llevar eternamente,
Desgarradora y árida, la trágica simiente
Clavada en las entrañas como un diente feroz!...

Pero arrancarla un día en una flor que abriera
Milagrosa, inviolable!... Ah, más grande no fuera
Tener entre las manos la cabeza de Dios!!


FIERA DE AMOR

Fiera de amor, yo sufro hambre de corazones.
De palomos, de buitres, de corzos ó leones,
No hay manjar que más tiente, no hay más grato sabor,
Había ya estragado mis garras y mi instinto,
Cuando erguida en la casi ultratierra de un plinto,
Me deslumhro una estatua de antiguo emperador.

Y crecí de entusiasmo; por el tronco de piedra
Ascendió mi deseo como fulmínea hiedra
Hasta el pecho, nutrido en nieve al parecer; 
Y clamé al imposible corazón... la escultura
Su gloria custodiaba serenísima y pura,
Con la frente en Mañana y la planta en Ayer,

Perenne mi deseo, en el tronco de piedra
Ha quedado prendido como sangrienta hiedra;
Y desde entonces muerdo soñando un corazón
De estatua, presa suma para mi garra bella;
No es ni carne ni mármol: una pasta de estrella
Sin sangre, s'in calor y sin palpitación...

Con la esencia de una sobrehumana pasión!


LA SED

Tengo sed, sed ardiente! dije a la maga, y ella
Me ofreció de sus néctares. Eso no, me empalaga!  
Luego, una rara fruta, con sus dedos de maga,
Exprimió en una copa clara como una estrella;
Y un brillo de rubíes hubo en la copa bella.
Yo probé. Es dulce, dulce. Hay días que me halaga
Tanta miel, pero hoy me repugna, me estraga!
Vi pasar por los ojos del hada una centella.
Y por un verde valle perfumado y brillante,
Llevóme hasta una clara corriente de diamante.
—Bebe! dijo. Yo ardía, mi pecho era una fragua.
Bebí, bebí, bebí la linfa cristalina…
ίOh frescura! ίOh pureza! °Oh sensación divina!
— Gracias, maga, y bendita la limpidez del agua!


O INEFABLE

Yo muero extrañamente... No me mata la Vida,
no me mata la Muerte, no me mata el Amor;
muero de un pensamiento mudo como una herida,
¿No hábeis sentido nunca el extraño dolor

de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevasteis dentro una estrella dornida
que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?

İCumbre de los Martirios! ... İLlevar eternamente,
desgarradora y árida, la trágica simiente
clavada en las entrãna como un diente feroz!

Pero arrancarla un día en una flor que abriera
milagrosa, inviolable... İAh, más grande no fuera
tener entre las manos la cabeza de Dios!


TEXTOS EM PORTUGUÊS

O INTRUSO


Traduzido por Anderson Braga Horta
Amor, naquela noite trágica e soluçante
Cantou tua chave de ouro em minha fechadura;
E logo, a porta aberta sobre a sombra arrepiante,
Te vi como uma mancha de luz e de brancura.

Tudo me iluminaram teus olhos de diamante;
Beberam-me na taça teus lábios de frescura,
Na almofada pousaste-me a cabeça fragrante;
Amei-te o atrevimento e adorei-te a loucura.

E hoje rio se ris e canto se tu cantas;
Se dormes, durmo como um cão a tuas plantas!
Na própria sombra levo a tua recendente

Primavera; e, se a mão tocas na fechadura,
Tremo e bendigo a noite que -soluçante e escura-
Floriu na minha vida tua boca amanhecente.
 

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Tradução de Henriqueta Lisboa 


O INEFÁVEL

 Morro de estranho mal. Não, não me mata a vida
a morte não me mata e nem me mata o amor.
Morro de um pensamento mudo como ferida.
Não sentiste jamais aquela estranha dor

de um pensamento imenso enraizado à vida
devorando alma e carne e não alcança a dar flor?
Nunca levastes dentro uma estrela dormida
por inteiro a abrasar-vos sem nenhum fulgor?

Cúmulo dos martírios! Levar eternamente
desgarradora e seca a trágica semente
como um dente feroz que as entranhas corroeu.

Mas arrancá-la em flor que amanhecera um dia
milagrosa e ideal — ah!  maior não seria
do que ter entre as mãos a cabeça de Deus.

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                            A SEDE

                                     Tradução de Solon Borges dos Reis


                            Tenho sede, sede ardente, disse à fada
                            E ela me ofereceu seus néctares.
                            — Isso não; isso me enfada.
                            Então, uma fruta, com seus dedos de maga
                            e um brilho de rubis houve no copo dela
                            Eu provei:
                            — É tão doce, é tão doce
                            E há dias em que tanto mel me embriaga,
                            Mas hoje me repugna, hoje me estraga...
                            Pelos olhos da fada passou uma centelha
                            E por um verde vale odoroso e brilhante
                            levou-me a uma corrente clara de diamante
                            — Bebe, disse. Eu ardia, o peito era uma frágua...
Bebi, bebi, bebi, a linfa cristalina...
Ó! frescor! Ó! pureza! Ó! sensação divina!
— Grato, fato, e bendita a limpidez da água.

De LÍRICA -poesias selecionadas – edição bilíngüe.
De LÍRICA  -poesias selecionadas – edição bilíngüe.
Desterro, SC: Edições Nephelibata, 2005 
Tradução de Gleiton Lentz*

A ESTÁTUA

Olha-a,assim, sobre o ramo escuro
Recortar a silhueta imperante...
Não parece o rebento prematuro
De uma grande raça que será adiante?
Assim, firme e sã, urna raça vira,
Talhada a golpes em mármore duro,
E das imensas campanhas do futuro
A família humana desalojará!  

Olha-a assim - de joelhos! - em augusta
Calma impor a nudez que assusta!...
Deus!... Move esse corpo, dá-lhe urna alma!

Vê a grandeza que dorme em seu aspecto...
Vê-o lá em cima, inerme, abjeto,
Mais pobre que um verme, sempre em calma!


INEXTINGUÍVEIS...

Oh tu que dormes tão fundo que não despertas!
Milagrosas de vivas, milagrosas de mortas,
E por mortas e vivas eternamente abertas,

Alguma noite de luto eu encontro tuas pupilas

Sob um trapo de sombra ou um tecido de lua.
Bebo nelas a Calma como em uma laguna.
Por fundas, por caladas, por boas, por tranquilas

Um leito ou uma tumba parece cada uma.


O INEFÁVEL

Eu morro estranhamente... Não me mata a Vida,
Não me mata a Morte, não me mata o Amor;
Morro de um pensamento mudo como urna ferida...
Não haveis sentido nunca a estranha dor

De um pensamento imenso que se arraiga á vida,
Devorando alma e carne, e que não chega a dar flor?
Nunca levastes dentro urna estrela dormida
Que vos abrasava inteiros e não dava um fulgor?...

Cume dos Martírios!... Levar eternamente,
Dilaceradora e árida, a trágica semente
Gravada nas entranhas como um dente cruel!.,.

Más arrancá-la em urna flor que abrisse um dia
Milagrosa, inviolável!... Ah, maior não seria
Ter entre as mãos a cabeça de Deus!!  


FERA DE AMOR

Fera de amor, eu sofro fome de corações.
De pombos, de abutres, de corços ou leões,
Não há manjar que mais seduza, não há mais grato sabor,
Havia já degenerado minhas garras e meu instinto,
Quando erguida na quase ultraterra de um plinto,
Deslumbrou-me urna estatua de amigo imperador.

E cresci de entusiasmo; pelo tronco de pedra
Ascendeu meu desejo como fulmínea hera
Até o peito, nutrido em neve ao parecer;
E clamei ao impossível coração... a escultura
Sua gloria custodiava sereníssima e pura,
Com a fronte em Amanhã e a planta em Ontem.

Perene meu desejo, no tronco de pedra
Picara prendido como sangrenta hera;
E desde então mordo sonhando um coração
De estatua, presa suma para minha garra bela;
Não é carne nem mármore: urna pasta de estrela
Sem sangue, sem calor e sem palpitação...

Com a essência de urna sobre-humana paixão!

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